La comida simple y genuina que ofrece la ciudad se ha combinado con la típica cocina romana para formar una gastronomía única, muy apreciada en todo el mundo. Los estilos varían enormemente.
Platos renombrados son los fideos en forma de cinta (fettuccine), los canelones, los ravioles, lo fideos como dedales grandes con ranuras condimentados con salsa con tripas de carnero (rigatoni con la pagliata), los fideos largos (bucatini), las lasañas de harina de farro y lo ñoquis de carnero.
La importancia de la pasta en la gastronomía de la ciudad se equipara a los truchas del Aniene o las carnes exóticas, como la rana, el cordero a la cazadora, los callos a la romana, el pollo con pimientos.
La misma importancia tiene la verdura como las alcachofas fritas o a la judía son condimentados con el óptimo aceite extra virgen de oliva producido por árboles seculares. Las comidas se acompañan con el renombrado vino tinto Cesanese del alto valle del Aniene o con el característico vino blanco de la zona denominada Castelli Romani.
Los postres tradicionales son el pangiallo (típico dulce navideño), la nociata y la pizza cresciuta, leudada como el pan (postre típico de la Semana Santa). Además Tivoli es famosa para uva Pizzutello, una uva blanca especial muy dulce y de forma larga. Los turistas pueden apreciar esta uva durante la fiesta anual del Septiembre Tiburtino.
Aquí desde siempre los tiburtinos veneran a "su" Virgen, la Virgen de Quintiliolo.
El parque, a los pies de la acrópolis, fue construido en el 1834...
Situado acerca del supuesto Templo de la Sibila Albunea...
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